Ballancer® combina el tratamiento de drenaje linfático con la reducción avanzada de la celulitis, técnicas de moldeamiento del cuerpo y relajación con Smart Technology™ de última generación que se adapta a la forma del cuerpo de cada cliente, para un tratamiento efectivo e individualizado.
La Presoterapia Ballancer® es un tratamiento no invasivo que utiliza una presión controlada para mejorar la circulación y reducir la retención de líquidos. Este procedimiento está diseñado para pacientes que buscan reducir la celulitis, tonificar la piel y mejorar el bienestar general, al mismo tiempo que combate problemas de circulación y obesidad localizada.
Ballancer® utiliza una tecnología avanzada que optimiza los resultados de la presión controlada aplicada al cuerpo. Su sistema exclusivo de presión secuencial de las piernas, abdomen y brazos se personaliza para cada paciente, lo que lo hace más efectivo y cómodo en comparación con otras técnicas. Además, la tecnología de Ballancer® mejora la oxigenación celular y la eliminación de toxinas.
La Presoterapia Ballancer® es ideal para tratar las siguientes zonas del cuerpo:
Piernas: Reduce la sensación de pesadez y mejora la circulación.
Abdomen: Favorece la eliminación de toxinas y mejora la elasticidad de la piel.
Brazos: Ayuda a reducir volumen y mejorar la firmeza.
Glúteos: Tonifica y reafirma, combatiendo la celulitis y mejorando la textura de la piel.
Los resultados son visibles desde las primeras sesiones, mostrando una mejora en la circulación sanguínea, reducción de la retención de líquidos y tonificación de la piel. Para lograr un resultado óptimo, se recomienda realizar entre 4 a 8 sesiones, dependiendo de las necesidades del paciente.
En general, los efectos secundarios son mínimos. Pueden incluir un ligero enrojecimiento en la piel o una sensación de cansancio tras la sesión. Estos efectos desaparecen rápidamente y no requieren tiempo de recuperación.
Primer paso, reparación: El paciente se recuesta y se le coloca una prenda inflable que cubre las zonas a tratar.
Segundo paso, configuración: Los parámetros del equipo se ajustan según las necesidades del paciente.
Tercer paso, sesión: Durante la sesión, se aplica presión secuencial que estimula la circulación y la eliminación de líquidos.
Último paso, finalización: La sesión dura entre 30 y 60 minutos, sin necesidad de recuperación. El paciente puede continuar con sus actividades diarias inmediatamente.